En este sermón, reflexionamos sobre cómo el bautismo fortalece nuestra identidad en Cristo, recordándonos diariamente que pertenecemos a Él. A través de Colosenses 2, el apóstol Pablo nos muestra que el bautismo no es solo un rito de iniciación, sino una señal viva de que estamos unidos a Jesús en Su muerte, resurrección y victoria. Nos ancla en la seguridad de Su amor y nos afirma que somos completos en Él. En un mundo de incertidumbre, el bautismo es el recordatorio de nuestra identidad y seguridad eterna en Cristo.